Paris Underground: Visitando las Catacumbas

Una de las visitas bizarras de Paris es el de visitar sus Catacumbas o el Osuario de Paris.

Como el nombre lo indica, las Catacumbas de Paris es un famosísimo osuario subterráneo que reproduce las calles parisinas pero por debajo de la ciudad. En vez de haber departamentos o casas hay pilones de calaveras o huesos..
Ubicado exactamente al sur de la ciudad (hoy Denfert - Rocherau, línea 6) este laberinto de túneles y altares se puede visitar por un valor de 8 euros (los adultos) y 4 euros los jóvenes (hasta 26 años) de Martes a Domingos de 10am a 17hs tomando como última admisión las 16hs.

Pero cómo es que nace este laberinto de huesos?
Desde las épocas Romanas Paris enterraba a sus muertos en las afueras pero, con la llegada de la Iglesia Católica, los cementerios se mudaron a las tierras sagradas que se encontraban generalmente en el jardín del fondo de la iglesia. Con el crecimiento de la población a lo largo de los siglos, muchas de estas iglesias quedaron dentro de las zonas céntricas de la ciudad contaminando así los suelos y aires por su descomposición y superpoblación de cadáveres. (Nota: Para el siglo 17 los cementerios estaban tan superpoblados y era tan costoso pagar un ataúd que los muertos simplemente se enterraban en un pozo arriba de otro muerto enterrado más abajo).

Al principio creyeron encontrar la solución al contruir un cementerio único en la zona de Les Halles, cerca de la iglesia San Eustaquio, pero pronto este cementerio denominado "Cementerio de los Inocentes" también presentó condiciones sanitarias insalubres forzando al gobierno a encontrar una nueva solución.

Unas viejas minas al sur de Paris fueron las elegidas para transportar y almacenar todos los huesos del cementerio de los Inocentes y demás cementerios de Paris. En 1786 comenzaron la mudanza de difuntos las cual se hizo en carretas con todos los huesos apilados tapados con una tela negra y los curas cantando alrededor la marcha de los difuntos. Estas minas fueron el nuevo depósito de huesos hasta 1814.

En 1810, Louis-Étienne Héricart de Thury, quiso transformar esta inmensa sepultura y convertirla en un mausoleo. Reordenó así los fémurs y calaveras hasta crear diseños con ellas en las paredes de este laberinto óseo. También usó tumbas o vasijas de flores o cualquier decoración típica de un cementerio para decorarlo. Este es parte del diseño que se puede ver hoy. Digo "parte" porque las Catacumbas son mucho más grandes que el recorrido de 2km que uno puede ver. Pero, debido a su precariedad, son imposibles de mostrar hoy al público general aunque es sabido que se hacen algunas fiestas prohibidas en algunos de esos pasillos.

Para los impresionables es importante saber que la temperatura ahí abajo es de 14 grados y que sólo se necesitan 83 escalones para volver a subir al mundo de los vivos..

SUERTE!